Un nuevo renacer
- Swety Velaquez
- 23 oct
- 3 Min. de lectura

En estos últimos tiempos he venido pasando por un proceso que no entiendo, pero confió en que Dios me dejara saber al final para que de todo esto, en el transcurso del tiempo Dios me ha enseñado varias cosas en este proceso y quiero compartirlas contigo.
Lo primero que me hablo y aunque pareciera contradictorio yo me vi muchas veces en esto, la poca gratitud. Cuando estamos pasando por adversidad es muy común que se nos olvide agradecer y lo hacemos tan rutinario que no le damos el valor a la gratitud. Es como tener un chip que en automático sale de nuestra boca gracias, pero sin sentirlo o valorarlo. Ahí me vi yo siendo pastora, madre, abuela y esposa dando por sentado que Dios tenia que suplir para todo y en todo no importando como yo estuviera. El espíritu santo me ministro, “si quieres ver cambios reales debes detenerte para apreciar cada bendición que te doy” fue justo ahí donde senti mi corazón estremecer porque me di de cuenta que estaba en piloto automático.
En medio del proceso comencé a observar detenidamente cada cosa en mi vida y a agradecer cada detalle que el eterno me regala, el ser humano tiende a ver todo lo que le falta, pero no aprecia lo que tiene. Si es casado (a) se tiende a mirar los defectos y no las virtudes de las cuales te enamoraste, así pasa en todas las áreas de nuestras vidas.
Por otra parte, en este proceso aprendí que las personas no soy para siempre, que el eterno permite en un momento dado en nuestras vidas, pero no son para siempre. Hay gente no por deseo propio se van porque su tarea en tu vida se terminó, pero uno da cabida a sentimientos equívocos sin entender que el eterno es quien lo ha permitido. Jesús en la biblia en un momento determinado les dijo a sus discípulos “me es necesario pasar por Samaria” lugar que no eran amigos de los judíos, si lo llevas a tu vida personal sabrás que a veces es necesario pasar por situaciones para poder ser transformado, por lo tanto, si en ese camino gente se va no lo veas mal es simplemente necesario. Yo lo he vivido de hecho lo estoy viviendo ahora mismo, entiendo que no seré la misma cuando el padre perfeccione su obra en mí.
Ahora bien, con todo lo que he estado viviendo quiero compartirte que siempre habrá un nuevo amanecer, siempre habrá oportunidades de renacer, de reinventarte, de cambiar, de ser mas fuerte y firme en todo. Muchos en tu entorno no lo entenderán, pero lo importante es persistir y no rendirse. Un nuevo renacer con lleva dolor y rompimiento, pero al final valdrá la pena seguir. En cada estación se pierde algo, pero al llegar la otra estación hay un florecer, cuando el invierno llega no podemos entender el porque del frio, la muerte de tantas plantas y como se mira opaco y depresivo, pero al llegar la primavera se puede apreciar el porque de la nieve y de la muerte de las plantas ya que renacen con mas fuerza y mas hermosa; así pasa de la primavera al verano y al otoño. En nuestra vida es igual cada estación, cada experiencia, cada desierto, cada perdida es una gran oportunidad para renacer.
Bendiciones
Neida Velazquez






Comentarios