He venido sintiendo rara por que mi cuerpo me está demandando atención con relación a tomar agua. No se si sepas que yo soy adicta a las gaseosas (sodas) y me cuesta tomar agua. El cuerpo se adapta, pero llega un momento que comienza a exigir lo que necesita. Estaba en esos días previos a la conferencia de damas y fui a buscar unas cosas para ese día en la parte inferior de mi casa (basemant) y de momento Dios me ministra lo siguiente:
Me detuve a escuchar mi cuerpo y me demandaba agua desesperadamente y fue justo en ese momento que el Eterno puso esto en mi corazón, si las personas escucharan la voz interior del espíritu entenderían que quiero darles más. Me estremecí pues estaba entendiendo lo que me hablaba. Estamos tan ocupados y pensamos que sirviendo (haciendo cosas para él) estamos siendo nutridos espiritualmente. David decía “un abismo llama a otro abismo”. Cuando escuchamos la voz del Rujah (espíritu) y nos sumergimos el cuerpo espiritual comienza a demandar agua, en otras palabras, comienzas a desear mas de su presencia. así como la sed del cuerpo que sentí así es la espiritual.
Pude comprender la palabra anhelar siempre se nos exhorta a anhelar su presencia, pero no es hasta que tu espíritu comienza a desear esa agua no podrás entender lo que es estar desesperado por su presencia. Estamos muy adentrado al estrés de la vida que muchos se conforman con solo estar tomando 8 onza de agua al día (para entendidos). Sabias que debes de tomas mas de 8 onza de agua esto esta basado a estatura y peso y de tomar menos los riñones no trabajaran de manera correcta. Lo espiritual es igual no podemos estar diciendo estamos buscando de Dios para solo pedir por nuestras necesidades, el eterno quiere compartir, llenarnos al punto de entender que no necesitamos nada más.
Experimentar ese urgente deseo de su presencia, de que nuestro espíritu sea lleno del Rujah (espíritu de Dios) es de la única manera que puedo explicar lo que me ministraba en ese basemant comprendí que lo que tomamos por común no nos permite ver lo que realmente tiene sentido. El cuerpo es inteligente pero el espíritu, es más. Habrá cambios cuando realmente seamos hambrientos de su presencia.
Bendiciones
Neida Velazquez